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1. Pasados 2 meses desde que asumió la presidencia, Duque intensifica operativos militares y paramilitares en zonas de presencia del Ejército de Liberación Nacional; pero a la vez mantiene una retórica de exigir al ELN, cesar su accionas militares, cuando muchas de ellas son la respuesta obligada a la ofensiva gubernamental.

2. Agentes estatales y paraestatales continúan la persecución y asesinato de líderes sociales y defensores de Derechos Humanos, como plan preventivo para no dejar consolidar fuerzas sociales y políticas de oposición al régimen. Agresiones que incluyen los Falsos positivos judiciales y dar un trato de guerra a la protesta social.

3. Las comunidades de cultivadores de coca también son reprimidas por el Gobierno, mientras Duque incumple los planes pactados de sustitución voluntaria de estos cultivos. Este Gobierno también ha abandonado al Grupo de 40 países que busca una política Alternativa a la fracasada “guerra contra las drogas”, basada exclusivamente en la represión.

4. Haciendo eco a los llamados a la guerra contra la vecina Venezuela, que a diario hacen Trump y el ex presidente Uribe, el Gobierno toma partido para que haya una intervención militar contra la nación hermana; desconociendo el compromiso hecho por el Estado colombiano en la CELAC, para “hacer de América Latina y el Caribe una zona de paz”.

5. Para dar tiempo a que los militares entreguen resultados en su confrontación bélica contra el ELN, Duque no reanuda las conversaciones de paz, se levanta de la Mesa y sigue sin nombrar sus representantes en ella.

6. Una política de paz de Estado será la única que aporte una paz estable y duradera a Colombia, por ello hay que “construir sobre lo construido”; de esta forma habrá continuidad del proceso de solución política y cumplimiento de los acuerdos de paz hechos como Estado.

7. Ante el sentir colectivo de la sociedad, es urgente pactar un cese el fuego bilateral de positivas repercusiones nacionales, y en particular para las regiones donde se vive con mayor intensidad la guerra. Mientras no se pacte un cese al fuego bilateral, no será posible rebajar intensidad al conflicto.

8. El futuro de Colombia no puede ser la guerra, hoy más que nunca se impone el diálogo y sacar la violencia de la política, para alcanzar la paz que aborde la superación de las causas que originan el conflicto.

Dirección Nacional

Ejército de Liberación Nacional

Octubre 15 de 2018


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