ELN: continuidad por la paz
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Editorial Revista Insurrección Nº 870

Comando Central (COCE)

Este 21 de noviembre en Caracas reabre la Mesa de diálogos entre el Estado colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), con el acompañamiento de los países Garantes (Cuba, Noruega y Venezuela), la Misión de la ONU y la Iglesia Católica.

Los nombres de los integrantes de la actual Delegación de Diálogos del ELN se le hicieron conocer al Gobierno colombiano desde hace un par de semanas, los del Gobierno apenas hace unos dos días. Podría ser un dato irrelevante.

Este proceso de diálogos inició hace un poco más de 10 años, y han pasado los dos Gobiernos de Juan Manuel Santos, el de Duque y este de Petro que ya va en sus primeros 100 días. Cada Gobierno con su ritmo. Santos y su Comisionado Jaramillo «mamaron gallo» quince meses y después nos acusaron de no querer negociar. Luego vino Duque y se perdieron cuatro años, claro que con Uribe ya se habían perdido ocho años. Esos son los ritmos de ellos.

La Delegación del ELN inició su primer empalme en febrero de 2015, y terminó en abril de 2016, luego del Acuerdo del 30 de marzo de 2016, y tuvo continuidad durante los 4 años perdidos de Duque.

Ahora, hay que reiniciar con un nuevo Gobierno y el ELN envía una Delegación que conoce los Acuerdos y que ha trabajado en ellos; esperamos que la Delegación del Gobierno haya hecho lo mismo.

El ELN envía una Delegación que cuenta con el respaldo de toda la organización, de todos sus mandos nacionales y regionales, de esto no puede haber ninguna duda.

Se ha generado polémica sobre la composición de la Delegación del Gobierno, gente que fue de la antigua guerrilla del M-19; un jefe de los terratenientes ganaderos y también se anuncian personas de los movimientos sociales.

Otros más curiosos dicen que esa composición puede estarse dando también en el Régimen político que quieren configurar, donde hay gente de la «extrema derecha», de «la burguesía modernizante» y de «la centro izquierda»; o sea, tres grandes componentes que también se ven en el Congreso de la República. Por eso Petro adelanta un diálogo-acuerdo con Uribe, los Santistas y demás liberales meten la mano en el Congreso y hasta la Familia Comunista se asoma en las ventanas de los Ministerios.

Dicen que estamos en una República, donde existe la cosa pública, cosas que son de todos; mejor, para el bien de todos, bienes comunes. Es bueno que los Estados y Gobiernos actúen para cumplir con sus obligaciones, pero ahora les toca comprarles las tierras a los dueños -del país-, para ofertarla a quienes las necesitan. O ¿será que desde la Delegación del Gobierno, el gremio terrateniente va a acordar la distribución?

Si en la Delegación del Gobierno llegan dirigentes sindicales, campesinos o de otros sectores sociales -a quienes todos los Gobiernos les han incumplido-, con dichos negociadores: ¿cómo negociaría la guerrilla?, o ¿será que dentro del Gobierno ya negociaron los campesinos con los hacendados, los sindicalistas con los empresarios?

¿Con quién negociaría el ELN en la Mesa? ¿Con los empresarios o con los sindicalistas? ¿Con los terratenientes o los campesinos? En esa Mesa ¿quién es el Gobierno?, o al final asistirán los gremios cómo ya se deja ver, ¿quiénes más vendrán?, de un lado de la Mesa estará el ELN, del otro lado, ¿quién?

Esta es la Colombia de hoy. Bienvenidos los diálogos.


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