Una nueva oportunidad para la paz
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Editorial Revista Insurrección Nº 871

Comando Central (COCE)

El pasado 21 de noviembre se instaló en Venezuela la Mesa de diálogos entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), dándole continuidad al proceso adelantado durante el mandato de Juan Manuel Santos, pero desconocido por el Gobierno de Iván Duque.

Este proceso que se reinicia con el actual Gobierno es una nueva oportunidad para las transformaciones necesarias hacia una Colombia en paz, tiene entre sus retos recoger las aspiraciones de cambio que se expresaron en el país en las combativas movilizaciones populares del 2021 y las elecciones de este año que llevaron a la Presidencia a Gustavo Petro.

Avanzar en el propósito de una Colombia con justicia social, democrática y en paz, no será tarea fácil, se encontrarán grandes obstáculos, entre ellos la oposición y el saboteo de las históricas clases dominantes que se niegan al cambio para continuar manteniendo sus privilegios en contra del bienestar de las mayorías.

También se enfrentará a la histórica subordinación a los Estados Unidos, que siempre han tenido los sectores dominantes en Colombia, desconociendo la soberanía de nuestro pueblo para construir su futuro.

El alzamiento armado de orígenes políticos y sociales, como gran tema que busca superarse en esta Mesa, seguirá reproduciéndose si no se abordan los grandes problemas sociales, políticos y culturales que se vive en toda la sociedad; dicho conflicto se ha expresado en la persecución política, los asesinatos de dirigentes populares, los presos políticos, el desplazamiento forzado, el despojo de los pueblos indígenas, campesinos y comunidades negras; y en lo social, el hambre, el desempleo, los bajos salarios, ausencia de salud y educación, entre otros.

Por tales razones es definitivo que la sociedad participe en el examen de esta realidad y en las grandes decisiones que permitirán construir las soluciones esperadas por las mayorías.


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