Al comienzo de este año el país recibe otra noticia por cuenta de los corruptos y la mermelada gubernamental: La federación de ganaderos de Colombia (FEDEGAN) volverá a manejar los recursos parafiscales del sector. Cuando desde el 2015 le habían suspendido el control dadas las inconsistencias en los manejos encontrados por la Contraloría. Entre los hallazgos expuestos en auditorías del 2010 y de 2015 están las irregularidades en obligaciones financieras, irregularidades en acuerdos de pago con la empresa Frigoríficos Ganaderos de Colombia (Friogan), irregularidades de crédito, ineficiencia en inversiones del Fondo Nacional del Ganado (FNG) e ineficiencia en los recursos de exportaciones del FNG, de un total de 22 hallazgos.
El Ministerio de Agricultura encabezado por Andrés Valencia fue quien volvió a nombrar a Fedegán como administradora de los recursos, argumentando que era esta la única organización representativa que cumplía con los criterios y organización democrática para hacerlo. Pero lo que ocurrió fue un acto descarado de nombramiento a dedo cuando el mismo ministerio declaró nula la licitación y le dio vía libre a la organización de la que es presidente José Félix Lafaurie, también un desconocimiento de otras organizaciones del gremio que se han alejado de FEDEGÁN porque no los representa, debido a que allí están agremiados son los grandes terratenientes y narcoterratenientes del país. Por ejemplo, en el congreso ganadero del año pasado FEDEGÁN impidió el ingreso a ASOBÚFALOS (Asociasión Colombiana de criadores de Búfalos), rechazando también a la federación ganadera del Caquetá.
Situaciones como estas, además de la nula representatividad de FEDEGÁN en el país ha causado que los ganaderos busquen otras instancias de organización como la Nueva Federación Ganadera de Colombia (NFGC) que en palabras de Alfredo García de la Federación de ganaderos de Córdoba agrupa a 190 instituciones en 27 departamentos con más de 60.000 ganaderos. Con todo y eso, para Andrés Valencia solo existe una sola organización que son sus amigos de FEDEGÁN, José Félix Lafaurie, amiguísimo del Centro Democrático y además esposo de la tristemente célebre senadora uribista Maria Fernanda Cabal. Y eso que Duque iba a “gobernar sin mermelada”, lo que de pronto quiso decir es que gobernarían con su propia mermelada.
Para ilustrar el gran fortín que recupera el uribismo, se está hablando de 93.700 millones de pesos anuales los que administrará FEDEGÁN durante 10 años, más de 930.000 millones en el tiempo que dura el contrato, sumándole que por el solo hecho de administrarlos hay un 5% de comisión que representa unos 4.685 millones anuales. Un verdadero descaro cuando ni siquiera la investigación contra esta agremiación está cerrada y hubo varias advertencias al gobierno sobre el peligro y la falta de transparencia que representa darle esa responsabilidad a FEDEGÁN, por parte de Edgardo Maya, contralor del gobierno pasado, y ahora que en la contraloría está Carlos Felipe Córdoba no se ha dicho una sola palabra sobre el tema. Está claro que los cargos públicos en este Narco-Estado son una cuestión de cambio de gobierno para poner a los amigos de uno u otro partido, así como en el mismo congreso ganadero Lafaurie condecoró al senador de la U Andrés García Zucardí y luego este fue a proponer con bombos y platillos que se le devolviera la administración del fondo nacional del ganado a FEDEGÁN. El juego de yo te condecoro, tú me promocionas y los amigos me ponen, y así continúan para sostener los intereses en el poder mientras derrochan los recursos y pisotean la dignidad del pueblo colombiano.