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En Colombia, nada es realmente público, no en vano la educación superior “pública” lleva más de dos meses de movilización y resistencia. La privatización de lo que la humanidad conoce como público es cada vez más evidente y descarado.

El sistema salvaje del capitalismo, en manos de la oligarquía de Colombia ha privatizado ya la salud, la educación, la vivienda y hasta la vida misma. Privar al pueblo colombiano de derechos fundamentales como estos no es suficiente. Hace años que el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones -MINTIC- ha estado maquinando la forma de privatizar también la televisión “pública”.

Desde el 2014, el ilustre club de países “ricos” OCDE -Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico- dictó como uno de los requisitos para que Colombia pasara a ser uno de sus miembros, la creación de un único ente regulador del sector telecomunicaciones. De acuerdo con lo que afirma el Estudio de la OCDE sobre las telecomunicaciones en Colombia, la principal deficiencia es “la falta de un organismo independiente”, el estudio indica que el gobierno es regulador y entidad regulada al mismo tiempo “El Ministerio de las TIC es el Presidente del regulador […] mientras que el Estado, a través del Ministerio de Hacienda, posee el 30% del segundo operador del país” (Colombia Telecomunicaciones S.A E.S.P -Movistar Colombia-).

El ministerio de las TIC fabricó la manera perfecta de obedecer a las imposiciones de la OCDE y lo redactó en un primer intento, en el proyecto de ley 174 del 2017, aparentemente hundido en mayo de ese año. Ahora la pretensión se fortaleció y agudizó en el proyecto de ley 152 del 2018: “Por el cual se moderniza el sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones -TIC-, se distribuyen competencias, se suprime la Autoridad Nacional de Televisión y se dictan otras disposiciones”.

La solución impuesta por la OCDE es la liquidación de los dos entes que actualmente regulan, financian y administran la televisión y la radiodifusión: la Autoridad Nacional de Televisión -ANTV- y la Comisión de Regulación de Comunicaciones -CRC- , para crear el Fondo Universal Único -FUÚ-.

Solución que para el gobierno de Duque, es la oportunidad de aumentar su campo de represión. Ya no sólo se violenta la protesta social con los Escuadrones de la muerte ESMAD -Escuadron Movil Anti Disturbios-, además pretende reprimir controlando a su antojo lo que el pueblo colombiano ve, escucha y consume a través de medios de digitales, televisivos y radiales no privados.

Amenazas del proyecto 152 el 2018

El principal objetivo de la imposición MINTIC, es modificar el funcionamiento, distribución y financiamiento que ha tenido hasta ahora los medios audiovisuales “públicos”. Y de esta manera quitarle autonomía a los entes de regulación existentes, imponer la comunicación y la información como un negocio y no como un derecho, además de violar la soberanía cultural de nuestro pueblo.

El FUÚ sería el ente encargado de regular absolutamente todo respecto a las telecomunicaciones. A su vez estaría bajo el manejo total del Ministerio TIC, es decir, bajo la vigilancia del gobierno de turno.

Una comisión de cinco elegidos y/o elegidas por Duque, entre abogados, ingenieros y economistas sería la encargada de encabezar el FUÚ. Al no incluir ningún/a profesional de la comunicación en esa comisión, Duque evidencia que su interés no está en la creación de contenidos alternativos que nutran los medios no privados, sino de controlar números y estadísticas para convertir los canales “públicos” en su oficina de prensa y propaganda.

En Colombia existen ocho canales públicos regionales y dos nacionales. Los diez son administrados por el Fondo para el Desarrollo de la televisión y los contenidos -FONDTV- y el Fondo de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones -FONTIC-, manejados a su vez, por la ANTV y la CRC.

La fusión de estos fondos alteraría el sistema de recaudo para la televisión pública. Según declaraciones de la dirección de la ANTV, a los canales “públicos” se les paga el 5,4% de los ingresos generados por operadores de televisión por suscripción, es decir más de 250.000 millones de pesos anuales. En caso de imponerse el proyecto MINTIC, se pagaría la tercera parte de la cifra (1.96%).

Además con la propuesta de falsa modernización, lo que pretenden es quitar los fondos que en la actualidad se destinan para la producción de contenidos, e “invertir” en tecnología. En palabras de la ministra TIC, “se busca reducir la brecha digital”.

Si se “reduce la brecha digital” como se pretende, los contenidos producidos serían el medio perfecto para perpetuar la desinformación y la barbaridad que la oligarquía de Colombia disfraza en democracia.

En esta falsa convergencia, sólo se ven afectados los medios que proponen contenidos alternativos. Las grandes empresas de telecomunicaciones digitales (OTT, por sus siglas en inglés), que transmiten, negocian y producen contenido audiovisual a través de internet, en plataformas como Facebook, Netflix, Amazon, entre otros, no son incluidos para “converger” y así pueden continuar sus negocios sin ser controlados por el gobierno.

Lo que equivale a la cereza del pastel, en este intento de monopolizar la comunicación, es la perpetuación de las transnacionales de la desinformación. Las licencias para el uso y explotación del espectro, patrimonio y propiedad de la Nación, serían ampliados por 30 años. Sería Colombia el primer país de Latino América en otorgar licencias de tres décadas.

Así se protege la continuidad de la desinformación, mientras se le apuesta a la monopolización de la comunicación “pública”.

Artistas y trabajadores de medios públicos han rechazado públicamente lo que pretende imponer Duque con la ley del regulador convergente, que equivale a la desfinanciación y privatización de la televisión, radio y plataformas audiovisuales que no responden, a la pauta publicitaria y a los intereses de la oligarquía descarada.

La guerra, igual que las sociedades, también cambia y evoluciona con los años. La realidad actual demuestra que la guerra contra el pueblo colombiano, ya no es solamente en las calles o en las montañas, con balas y golpes. El sistema capitalista convierte los monitores, los cables, celulares y radios en su terreno de represión. De nosotros y nosotras depende permitirlo o cerrarle totalmente el camino.

Sólo con unión y organización en la lucha popular es posible hacer entender a este sistema de muerte, que nuestro pueblo tiene legítimos derechos y que la televisión, la radio, la información y la verdad, igual que nuestra madre tierra pertenecen específicamente al pueblo que lo trabaja. Por eso nuestra lucha es también contra la manipulación de la verdad.

Fuentes:

https://cerosetenta.uniandes.edu.co/la-ley-del-mintic-que-nos-devuelve-al-pasado/

https://read.oecd-ilibrary.org/science-and-technology/estudio-de-la-ocde-sobre-politicas-y-regulacion-de-telecomunicaciones-en-colombia_9789264209558-es

https://www.rtvc.gov.co/quienes-somos/ejecucion-recursos-fontv

https://www.desdeabajo.info/colombia/item/34330-ley-de-convergencia-eliminacion-de-la-television-publica-y-monopolizacion-del-sector.html

http://andesco.org.co/tic-y-tv/el-sector-tic-se-moderniza-y-consolida/http://leyes.senado.gov.co/proyectos/index.php/textos-radicados-senado/p-ley-2018-2019/1295-proyecto-de-ley-152-de-2018

http://leyes.senado.gov.co/proyectos/index.php/textos-radicados-senado/p-ley-2018-2019/1295-proyecto-de-ley-152-de-2018


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