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El ELN ha seguido con atención, las voces que piden de manera enfática la prorroga del Cese del fuego entre el ELN y el gobierno del presidente Santos, que expiró el pasado 9 de enero.

A ellas y a quienes también lo consideran necesario y no pueden expresarlo les decimos que el ELN tiene toda la disposición de pactar un nuevo cese al fuego en otras condiciones, que superan graves irregularidades, que en el actual cese, resultan perjudiciales para la población humilde y la para el ELN

Dolorosamente y a pesar del silenciamiento de los fusiles por las dos partes, los asesinatos de luchadores populares y sociales, así como las desapariciones, la represión contra las luchas populares, aumentaron en vez de disminuir, siendo el Estado  responsable en mas de del 95 % de tales situaciones, con el agravante de no aceptarlo cuando es evidente su responsabilidad.

En este punto concreto, el Gobierno colombiano se raja en el examen y por ello es indispensable que en un nuevo cese del fuego, este asunto se corrija de manera radical puesto que un fin especifico de un verdadero cese del fuego, es el beneficio de la población y ello consta en los protocolos establecidos entre las partes.

El ELN le manifiesta al pueblo de Colombia y a la Comunidad Internacional, que para sus fuerzas guerrilleras, el cese del fuego ha devenido en una situación mas compleja y tencionante que si no existiera, por cuanto las Fuerzas Armadas del Estado, lo utilizaron para lanzar una gigantesca operación militar de copamiento de casi todos nuestros territorios, en una clara operación de inteligencia militar que les da claras ventajas militares una vez termine el cese del fuego y toda esta maniobra fue realizada mientras el ELN cumple cabalmente su compromiso de suspender todas las operaciones militar ofensivas honrando la palabra empeñada.

La zozobra creada con tales maniobras, ha generado gran inseguridad, por la eventualidad de combates inesperados.

En la misma dirección las Fuerzas Armadas del Estado, arreciaron las acciones represivas contra la población que trabaja en los cultivos de uso ilícito, aprovechando la ventaja que le ha dado el cese del fuego con el ELN que se opone de manera radical a la criminalización de un complejo asunto económico y social  que no puede pretenderse que sea resulto por la vía represiva.

Es ante toda esta compleja realidad expresada arriba, que no es posible prolongar el cese en estas condiciones.

Un nuevo cese requiere de otros parámetros, de otros protocolos y unas medidas que no permitan la perversidad y la ventaja militar de una fuerza contra la otra y donde la principal beneficiada sea la población, para que entre otras urgencias, pueda participar plenamente en el diseño del proceso de paz y la salida política al conflicto.


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