El V Congreso del Ejército de Liberación Nacional orientó explorar posibles caminos y voluntades de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, para este fin designó una delegación que actualmente conversa en la mesa de diálogo que se desarrolla en la ciudad de Quito Ecuador. Desde el inicio de las conversaciones la delegación del ELN ha insistido en dialogar haciendo un alto al fuego bilateral que le brinde a la población colombiana un apaciguamiento del conflicto armado y bienestar para las comunidades. Así mismo, la delegación elena ha instado a la sociedad colombiana para que participe de manera vinculante en estos diálogos entendiendo que la paz la construye garantizando los derechos básicos del pueblo y resolviendo sus múltiples problemáticas.
La delegación del gobierno ha dilatado y vacilado ante estas dos propuestas, mostrando poco interés en la participación de la gente en la mesa de diálogo y afirmando que se debe mantener la conversa en medio de las balas. Con el anuncio de la visita a Colombia del Papa Francisco se propone avanzar en un posible Cese Bilateral del fuego, propuesta que ha sido muy bien recibida por la sociedad y que se espera pueda concretarse.
Sin embargo, mientras en Quito se conversa para lograr un consenso que nos lleve a un cese bilateral del fuego, vemos con preocupación cómo las problemáticas sociales se agudizan en el territorio colombiano. Las condiciones de vida de la población son cada vez más precarias, la falta de oportunidades laborales ha obligado al rebusque y ha aumentado los índices de violencia y pobreza. Las problemáticas sociales le han declarado la guerra a la gente y se han ensañado con la población más Joven.
El lunes 24 de Julio se presentó el informe «Bogotá como vamos», trabajo estadístico que busca analizar la calidad de vida de la población según el desarrollo de las políticas públicas. Vemos en este informe que los jóvenes en Bogotá no la tienen nada fácil, pues siguen siendo las principales víctimas de muertes violentas, la deserción escolar de instituciones públicas avanza cada día, las oportunidades de ingreso a la educación escolar son limitadas y conseguir empleo puede tardar hasta 7 meses. Si bien este informe se realiza con una muestra poblacional de la ciudad de Bogotá, podemos afirmar que la situación para el resto del país es similar y en el caso de algunas ciudades la realidad es aún más crítica.
Dice el informe que en la ciudad de Bogotá se concentra el mayor número de muertes violentas en la población que está entre los 18 y 28 años de edad, ocupando el primer lugar los homicidios con un 43% producto del crimen organizado. Estas muertes se dan principalmente en barrios de estrato 1 y 2 que también se caracterizan por la carencia de derechos básicos como la salud y la educación y la falta de oportunidades laborales.
Es así como la deserción escolar en instituciones públicas es tres veces más alta que en las privadas y uno de los motivos es la falta de alimentación escolar y apoyo para el transporte. Sin duda alguna la calidad académica también se ve afectada al estar rodeada de tanta carencia, muestran los resultados de las pruebas saber que los grados 3, 5 y 9 están por debajo 40% del nivel avanzado.
Con esta situación las aspiraciones para ingresar a la educación superior cada vez son menores. Solo la mitad de los jóvenes que terminan el bachillerato logran ingresar a un programa de educación superior inmediatamente después de haberse graduado los demás se ven sometidos a conseguir trabajo y según el informe Bogotá como vamos pueden tardar hasta 7 meses en obtenerlo convirtiéndose el rebusque la opción para muchos y en casos más extremos la delincuencia.
La realidad evidencia que la búsqueda de la paz debe partir por el bienestar de la población y la garantía de sus derechos. Que cesen las balas pero que también cesen las necesidades, la pobreza y la falta de oportunidades laborales. Instamos a la sociedad colombiana a acompañarnos en la mesa de diálogos de manera activa y propositiva, exigiendo se permita su participación y el inicio de las audiencias preparatorias. Instamos a la sociedad colombiana a construir paz con justicia social.