Editorial revista Insurrección N 651
Crece en Colombia un sentimiento democrático y amante de la paz. Los millones de votantes que se expresaron por propuestas alternativas en las pasadas elecciones presidenciales, que ratificaron en la Consulta Popular anti corrupción. Cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas también salieron a las calles en defensa de los liderazgos sociales, que están siendo perseguidos y asesinados; antes, millones de luces se encendieron por ello en la Velatón.
Docentes y estudiantes han salido nuevamente a las calles a reclamar por el financiamiento de la educación pública. Sin duda alguna el país está cambiando y el Gobierno de Duque, no va a lograr imponer con facilidad ni su anunciado régimen autoritario y represivo, ni su neoliberalismo rapaz.
Este Nuevo País que está en marcha, pide al Ejército de Liberación Nacional, que continuemos en el esfuerzo de conseguir una Paz con Cambios, reclamo que también hace al Gobierno de Duque.
Con claridad hemos manifestado la disposición de continuar en este camino de lograr una solución política del conflicto, y nuestra Delegación de Diálogos sigue presta a que el Gobierno envíe a sus representantes, para iniciar el Séptimo ciclo de conversaciones. Sin embargo, Duque se empeña en exigir requisitos previos, que bloquean la posibilidad de encuentro de las dos partes, esos y cualquier asunto deben ser discutidos precisamente en la Mesa de diálogo, porque no existen temas vedados en estas conversaciones.
El ELN ha seguido intercambiando con organizaciones de la sociedad, las iglesias, los países Garantes y Acompañantes del proceso, con líderes y lideresas sociales, a quienes les hemos manifestado nuestra voluntad de seguir construyendo una salida política a la crisis nacional. Hemos empeñado nuestra palabra en ello y decidimos no abandonar la mesa de diálogos.
El Gobierno, sin embargo, se mueve de manera improvisada frente a la continuidad del proceso de paz. Un día amenaza, otro exige, luego manifiesta que retomará la mesa cuando el ELN libere a los uniformados privados de la libertad el mes anterior.
Como gestos humanitarios nuestras unidades guerrilleras liberaron el 5 de septiembre, sin contraprestación de ningún tipo, a tres miembros de las Fuerzas Militares estatales en Arauca; y el 12 de septiembre, liberamos a 3 policías, un militar y 2 a dos contratistas militares en el Chocó; esperamos que el gobierno cumpla su palabra y envíe su delegación oficial a La Habana para retomar los diálogos de paz. De no hacerlo entenderemos que el pedido de liberación, ha sido una nueva maniobra dilatoria y que el compromiso con la paz no está entre sus objetivos.
La situación de las mayorías nacionales es cada vez más indigna y los anuncios del Presidente Duque y sus ministros hacen prever peores circunstancias de vida y trabajo para ellas. La crisis nacional que ya lleva 7 décadas requiere una salida política, ese es el clamor de esas mayorías de pueblo y nación, y el ELN seguirá empeñado en esta salida.
También seguimos acompañando al pueblo colombiano y sus organizaciones en sus luchas y resistencias contra el modelo económico de muerte, que se empecina en aplicar y profundizar el nuevo Gobierno. Lucha por la paz y resistencia seguirán siendo nuestros caminos en los años que se avecinan.