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La escalada de hechos trágicos ocurridos este año, en la frontera colombo-ecuatoriana, han producido efectos colaterales contra la Mesa de Diálogosentre el Gobierno de Santos y el Ejército de Liberación Nacional, que funcionó en Quito, hasta este 18 de abril.

Como fuerza revolucionaria que luchamos por las transformaciones en Colombia, no tenemos ninguna relación, ni afinidad, con el grupo de Guacho, al que presentan como una disidencia de FARC, ni con bandas similares, que están actuando en la zona fronteriza. Estos son grupos de narcotraficantes, dedicados al negocio y no a la lucha revolucionaria.

Otra cosa es que los grandes medios de comunicación, de manera mal intencionada, los sigan presentando como agrupaciones guerrilleras, a fin de desprestigiar a las fuerzas insurgentes y los ideales revolucionarios.

Es política del ELN, reiterada en todos los Congreso nacionales, mantener un deslinde categórico con el narcotráfico. No tenemos ninguna relación con la producción, el procesamiento, la comercialización, ni con las bandas dedicadas a este negocio.

De nuevo reiteramos, nuestro reconocimiento al apoyo que Ecuador ha brindado al proceso de diálogos, que actualmente desarrollamos en búsqueda de la paz. Ecuador durante todo el tiempo fue Garante y a la vez sede de la fase pública de conversaciones. Hacia Ecuador mantenemos gratitud y reconocimiento por la hospitalidad y la acogida, que nos brindaron la sociedad y el Gobierno.

Ratificamos nuestra voluntad de paz y de cambios. Seguiremos persistiendo en la búsqueda de una solución política al conflicto. Somos una fuerza insurgente, que lucha por una nueva Colombia y por una opción de soberanía e integración para el continente, lejos del calificativo de terroristas que nos coloca la elite dominante de los Estados Unidos y las fuerzas retardatarias de la región.


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