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Por: María Camila Villamizar, corresponsal de Antorcha Estéreo

En Colombia, empresas e ingenios por décadas han ido construyendo monopolios de productos basados en la caña de azúcar, en especial en el departamento del Valle del Cauca. Estas empresas con el monocultivo de caña han secado los territorios, han desangrado la tierra con la quema de cañales, desplazan comunidades, explotan y tercerizan a los trabajadores corteros de caña sin garantizar un trabajo digno. Además, el impacto ambiental de este monocultivo en el departamento ha generado que la fauna y la flora se vean afectadas, por la manera en que es quemado el cultivo, asesinando mamíferos y aves del ecosistema.

Dentro de los ingenios que más facturan en el país, según un informe del 2019, están el ingenio Mayagüez con ingresos operacionales por $928.000 millones y Riopaila con más de $925.000 millones en ventas. Y dentro de las 10 principales sociedades de la agroindustria están el ingenio Incauca y Providencia. Los dueños de estos ingenios, también lo son de muchas empresas y monopolios del país, como de la mayoría de medios de comunciación. Por un lado, la familia Ardila Lule es dueña de los ingenios Providencia e Incauca, y a su vez, dueños de Postobón y RCN. En ese sentido no solo tienen empresas que explotan la tierra, sino empresas que envenan al pueblo con bebidas y productos azucarados, y como si fuera poco también dueños de los canales y medios de RCN, así desinforman al pueblo… han financiado también la política, para seguir en el poder.

En el marco de esta realidad, los congresistas Andrés Forero y Hernán Cadavid del Centro Democrático, Carolina Arbeláez de Cambio Radical, Ingrid Sogamoso del Partido Conservador y Hugo Archila del Partido Liberal presentaron una propuesta para aplazar el impuesto a las bebidas azucaradas hasta enero del 2026. En respuesta a esto se ha denunciado públicamente que estos congresistas en sus campañas han recibido dinero de las empresas e ingenios azucareros.

A pesar que ha sido un avance el etiquetado de los alimentos y sus excesos de sodio o azúcar, el impuesto a los alimentos y bebidas azucaradas por mucho tiempo ha sido una dificultad porque las empresas han colocado trabas por medio de los congresistas que se atornillan en el poder y son financiados por dichas empresas. Ya debería estar implementada la política de impuestos para estas empresas, pues en noviembre del 2023 debería empezar el incremento gradual hasta alcanzar en 2025 el 20%.

Frente a este envenenamiento el pueblo ha enfrentado de diferentes formas a este monopolio, por un lado las comunidades indígenas están liberando la tierra apropiándose de los territorios que históricamente se les ha despojado y erradicando la tierra del dañino monocultivo de caña. También la pedagogía y alternativas de consumo y soberanía alimentaria que en las urbes se está construyendo, ser conscientes que el consumo de azúcar masivo como nos lo han vendido nos está envenenando.

Y no solamente es una cuestión de salud, los ingenios y en especial las empresas de ricos como Ardila Lule, también tienen afinidad ideológica con la derecha y el uribismo, medios de comunicación como la W, RCN, entre otros, reproducen la cultura paramilitar y pensamiento de derecha, por ser medios nacionales y de consumo masivo por parte de los y las colombianas.

Como Ejército de Liberación Nacional apoyamos la defensa de los territorios que estos ricos y elite en el poder por cientos de años ha despojado al pueblo. El daño que los empresarios y el sistema capitalista hace a nuestro país requiere de políticas que defiendan al pueblo y devuelvan a las comunidades lo que le arrebataron. Ardila Lule, Santodomingo y muchas otras empresas que hoy están financiando campañas electorales para que legislen a favor de su saqueo y explotación, deberán pagar las afectaciones y daños.


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