Cali manchada de sangre con la tauromaquia
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Por: Mónica Henao, corresponsal de Antorcha Estéreo.

El pasado 28 de mayo, se llevó a cabo el último debate de la Cámara de Representantes para decidir sobre las corridas de toros. Con 93 votos a favor el proyecto de ley para prohibir las corridas de toros fue aprobado. Además, el proyecto también prohíbe otras actividades como el rejoneo, las novilladas, becerradas y tientas, para no seguir generando sufrimiento a los animales por el entretenimiento y espectáculo cruel.

A pesar que en el congreso ya fue aprobada la ley antitaurina en nuestro país, la plaza de toros de Cali seguirá manchada de sangre, pues el alcalde Alejandro Éder afirmó que seguirán realizando corridas de toros hasta que el tiempo de transición del proyecto de ley termine, es decir tres años más de tauromaquia.

Seguiremos siendo uno de los 6 municipios que tiene esta práctica en todo el país, a pesar que se le ha intentado resignificar con la promoción de la cultura por medio de conciertos de niños y niñas, eventos culturales y demás, buscando borrar de la arena el dolor a causa de esta práctica aplaudida por los que tienen cómo pagar para verla y por los ricos de la ciudad que la disfrutan.

El alcalde Éder hijo de la oligarquía de la Sucursal, demuestra una vez más que nació en las familias tradicionales y más ricas, afines a prácticas culturales inhumanas como lo es la tauromaquia o corridas de toros; dueños de las tierras destinadas a la ganadería y al monocultivo de caña con los ingenios azucareros.

La familia Éder desde el principio en 1955 ha estado vinculada con la sociedad anónima de la Plaza de Toros, por eso no es sorpresa que actualmente el alcalde quiera seguir dando vía libre al negocio sangriento de las corridas en nuestra ciudad, para que su familia y los amigos oligarcas de su familia puedan seguir enriqueciéndose a costa del dolor y sufrimiento hecho espectáculo. A esto se le suma que Luis Bolívar el empresario y líder del gremio Miguel Yusti, ha anunciado que habrán 5 corridas de toros en la Plaza de Toros de Cali este año y que demandarán el proyecto de ley.

La tauromaquia ha sido una práctica que se ha intentado erradicar en las ciudades, en especial en la sucursal cada diciembre en la Feria de Cali, cientos de activistas, organizaciones y colectivos antitaurinos realizan manifestaciones pacíficas frente a la plaza de toros para evidenciar la crueldad que hay detrás del entretenimiento de unos pocos. Ahora que el país celebra la ley antitaurina, la sucursal de la resistencia tendrá que seguir manifestándose y rechazando que ricos dueños de este negocio sigan promoviendo estas prácticas de sufrimiento.

Así como muchas otras prácticas sociales muy cercanas a una cultura paramilitar y fascista que busca el entretenimiento atravesado por el dolor, la tauromaquia afortunadamente terminará pero la cultura paramilitar tendrá que seguir erradicándose. En este sistema de desigualdad, competencia y falta de oportunidades esta cultura paramilitar llena de odio se alimenta de la rabia de la gente para promover la muerte.

Que hoy ya podamos ver terminada una práctica cultural como lo es la tauromaquia, evidencia los cambios estructurales a los que como pueblo debemos seguir apostando para caminar hacia un país con justicia social, que no tenga entre cotidianidad la cultura paramilitar y fascista, la desigualdad social y el terror infundado.


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